Revisores: Aparicio Rodrigo M, Balaguer Santamaría A.
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Objetivo: determinar si la búsqueda con Google puede ayudar a encontrar un diagnóstico adecuado en casos clínicos complejos.
Diseño: estudio diagnóstico retrospectivo no aleatorio.
Emplazamiento: servicios de neumología, patología del sueño y reumatología de un hospital terciario en Australia. Acceso a Internet y al metabuscador Google sin aparente restricción.
Población de estudio: selección no aleatoria de casos entre los “casos de diagnóstico” publicados en el apartado de “case record” del New England Journal of Medicine (NEJM) durante el año 2005.
Prueba diagnóstica: se seleccionaron de tres a cinco términos para la búsqueda en cada caso. Los revisores desconocían el diagnóstico definitivo de los pacientes. Tras introducir los términos en Google se seleccionaron los tres diagnósticos más significativos que parecían encajar con los síntomas y signos de cada paciente. Estos diagnósticos se compararon con los correctos de cada caso.
Resultados: se efectuaron pruebas con 26 casos. Google señaló un diagnóstico correcto en 15 de ellos (58%; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 38 - 78%).
Conclusión: los autores consideran la búsqueda en Google como una herramienta útil para la búsqueda de diagnósticos de casos clínicos difíciles.
Conflicto de intereses: no declarado.
Fuente de financiación: ninguna.
Justificación: se sabe que algunos profesionales médicos utilizan el metabuscador Google como ayuda para el diagnóstico de casos difíciles1. También tenemos la experiencia de que en ocasiones algunos pacientes, tras buscar en Google, encuentran una aproximación diagnóstica bastante acertada a su problema. En este contexto sería interesante conocer la eficacia de Google como herramienta diagnóstica para el médico.
Validez o rigor científico: las características peculiares de este artículo y su perfil entre provocador y jocoso lo hacen difícil de valorar con los criterios al uso. En el “estudio” se detectan numerosas limitaciones. En primer lugar los autores eligen una muestra nada “aleatoria” de casos; aunque esa propia elección “por conveniencia” de los casos de NEJM del 2005 se entiende como un intento de “patrón oro” para evitar un desfase excesivo entre el caso clínico y la búsqueda en Google. Por otro lado, aunque el número de casos resultaría insuficiente para un estudio riguroso sobre la cuestión, probablemente sería adecuado para uno preliminar como sugiere el amplio IC 95% (38 - 75%) encontrado. Pero sin duda el punto más objetable estaría en la atribución de los resultados a la herramienta diagnóstica (en este caso Google). Los investigadores (profesionales especialistas con experiencia) permanecieron cegados para los diagnósticos definitivos de cada caso, pero realizaron la selección de términos para la búsqueda y de los diagnósticos una vez realizada la misma. Este hecho limita la posibilidad de generalización de los resultados a todo el colectivo médico, pues probablemente la misma búsqueda en manos de profesionales con menos experiencia hubiese sido menos exitosa.
Interés o pertinencia clínica: tanto médicos como pacientes están habituados a usar metabuscadores de internet, como Google, para temas privados y profesionales. En este contexto es interesante conocer su posible valor como ayuda en determinados aspectos de la práctica clínica. Sin embargo, este “estudio” también nos da una pista sobre sus peligros: si en manos expertas puede conducir a un error diagnóstico en el 42% de los casos, pensemos qué puede hacer en manos de profanos. Por otro lado, sería interesante tratar de comparar la utilidad de Google frente a metabuscadores especializados como Tripdatabase, o frente a búsquedas en bases específicas como Pubmed.
Aplicabilidad en la práctica clínica: aunque este estudio carece de rigor científico, ejemplifica lo que, posiblemente, algunos de nosotros hemos hecho ocasionalmente ante un caso difícil. Teniendo siempre en cuenta las deficiencias metodológicas, muestra que Google, como probablemente cualquier otro metabuscador, puede ser una herramienta para aportar ideas al hacer un diagnóstico (pero podría inducir a error en un gran número de casos, en manos inexpertas). Este artículo también destaca algo bien conocido: en internet, con Google, se puede encontrar casi de todo; por ello el personal sanitario debería saber usarlo con sentido crítico y conocer bien otras herramientas más especializadas.
De cara a nuestros pacientes y sus familias, a pesar de la utilidad de internet en áreas sanitarias como documentación divulgativa, foros de pacientes, etc, debemos ser conscientes de sus peligros. Una forma de asegurar su uso de un modo adecuado podría ser adelantarnos a proporcionarles sugerencias sobre los lugares de internet más oportunos para informarse2.
Aparicio Rodrigo M, Balaguer Santamaría A. ¿Es útil google a la hora de buscar un diagnóstico? ¡Depende de quien lo use!. Evid Pediatr. 2007;3:9.
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