Revisores: Llerena Santa Cruz E, Pérez Gaxiola G.
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Objetivo: determinar si existe un efecto independiente de la lactancia materna sobre la salud mental del niño y del adolescente.
Diseño: estudio de cohorte único prospectivo.
Emplazamiento: un hospital y varias clínicas privadas en Perth, Australia Occidental.
Población de estudio: se incluyeron 2.868 mujeres que tenían un suficiente conocimiento de lo que implica entrar en un estudio a largo plazo, deseo de tener el parto en el hospital y permanecer en Australia Occidental durante un largo tiempo.
Evaluación del factor de riesgo: el estado de salud mental fue valorado por el test de salud mental Child Behaviour Checklist (CBCL) a los 2, 5, 8, 10 y 14 años. En cada visita se realizaba un cuestionario a los padres, una entrevista estructurada y un examen clínico a los niños. El CBCL es una herramienta de 118 ítems que agrupa los resultados por problemas de interiorización (introversión, ansiedad/depresión y quejas somáticas), y exteriorización (comportamiento delincuente o agresivo). A mayor puntuación, más distorsionado es el comportamiento. El promedio es alrededor de 50 puntos con una desviación estándar de 10 puntos. Se estableció un punto de corte ≥ 60 para describir a los niños con problemas de salud mental con significancia clínica. Se tomaron en cuenta los siguientes factores de confusión: edad materna en el momento del parto, educación materna (> 12 años o no), madre fumadora o no, ingreso económico familiar (< 23 000 $ o mayor), estructura familiar (presencia o no del padre biológico), eventos estresantes (tres o más frente a dos o menos), depresión materna postnatal y peso óptimo al nacimiento del niño.
Medición del resultado: se obtuvieron los resultados promedio del test CBCL para los problemas de interiorización, exteriorización y valoración global de patología mental a diferentes grupos de edades, y se compararon sus resultados según el niño recibió lactancia materna durante menos de 6 meses o más de 6 meses. Se analizaron las tendencias mediante la prueba de x2 y por modelos de regresión, ajustando por factores de confusión. Se tomaron en cuenta las observaciones repetidas.
Resultados principales: la menor duración de la lactancia (< 6 meses comparada con ≥ 6 meses) se asoció a una mayor puntuación en el test de salud mental CBCL (que representa peor comportamiento), ya sea en la puntuación global (efecto estimado [EE]: 1,45; intervalo de confianza [IC] 95%: 0,59-2,30) o las puntuaciones/valores de interiorización (EE: 0,92; IC 95%:0,15-1,68) y de exteriorización (EE: 1,33; IC 95%:0,51-2,15). El efecto fue menor para problemas de interiorización en comparación con los otros. Los factores de riesgo prenatales como ser madre fumadora, tener múltiples eventos de estrés, bajo ingreso económico familiar, edad materna temprana y ausencia del padre biológico en el hogar, además de la depresión postnatal, se asociaron también con un aumento de la puntuación del test de salud mental CBCL y, en algunos casos, con un aumento de la morbilidad de la salud mental.
Conclusión: una menor duración de la lactancia materna puede ser un factor predictor de resultados adversos en la salud mental en toda la trayectoria de desarrollo de la infancia y la adolescencia temprana.
Conflicto de intereses: no existe.
Fuente de financiación: Raine Medical Research Foundation at the University of Western Australia, the National Health and Medical Research Council of Australia, the Telstra Foundation, the Western Australian health Promotion Foundation, and the Australian Rotary health research fund.
Justificación: los beneficios de la lactancia materna son conocidos, e incluyen disminución en la mortalidad infantil y reducción de la morbilidad por infecciones. Posibles beneficios a largo plazo incluyen una menor presión arterial, menor nivel de colesterol y mejor desempeño en pruebas de inteligencia1. Los estudios que evalúan el efecto de la leche materna en la salud mental a largo plazo son pocos.
Validez o rigor científico: se trata de un estudio de cohorte única, prospectivo, realizado en un área urbana de un país industrializado. Es un estudio con seguimiento a 14 años, con un porcentaje de pérdidas alto (esperable para la duración del seguimiento): se obtuvo respuesta del 71% a los 5 años, y del 59% a los 14 años. Al ser un estudio observacional, no es posible controlar todas las variables que podrían influir en los resultados. Los autores definieron a priori las variables confusoras que más pueden influir en la salud mental de niños y adolescentes (edad materna, educación de la madre, tabaquismo, estado socioeconómico, estructura familiar, eventos de estrés durante la infancia), y ajustaron apropiadamente. Aún así, existe la posibilidad de que otros factores pudieran haber influido en el desarrollo de trastornos mentales.
Importancia clínica: se encontró una relación inversamente proporcional entre el tiempo de lactancia y la puntuación del CBCL, lo cual indicaría una asociación beneficiosa entre lactancia materna y salud mental. Los resultados clínicamente significativos (definidos como CBCL ≥ 60) son expresados en odds ratio (OR), con OR > 1 a favor de la lactancia mayor de 6 meses tanto en la morbilidad total (OR: 1,33; IC95%: 1,09 a 1,62), como en la exteriorización (OR: 1,23; IC95%: 1,01 a 1,49). Son resultados modestos, muy cercanos al 1. Y en cuanto a la interiorización, existe tendencia a favor, aunque no alcanza a ser significativo (OR: 1,21; IC95%: 1,00 a 1,46). El gradiente "dosis-respuesta", es decir, a mayor duración de la lactancia mayor puntuación en el CBCL, pudiera apoyar causalidad, pero de nuevo otras variables pueden estar influyendo.
Un ensayo clínico de 17 000 pacientes, con seguimiento a 6 años, no demostró beneficio en el comportamiento de los niños según la duración de la lactancia, lo cual contrasta con los resultados de este estudio de cohortes2. Es curioso que el mismo ensayo se publicó en otra revista, concluyendo los autores que sí había evidencia de beneficio en cuanto al desarrollo cognitivo3.
Aplicabilidad en la práctica clínica: el estudio muestra una asociación de beneficio a largo plazo de la lactancia materna sobre la salud mental de niños y adolescentes. Sin embargo, la magnitud del efecto es modesta (OR con intervalos de confianza que casi tocan el 1), y no se palpa qué tan benéfico es realmente en la práctica clínica. Existen otros factores que probablemente también han podido influir sobre la salud mental y no se puede demostrar causalidad en base a este estudio. De cualquier forma, este es un estudio de gran tamaño, con seguimiento a largo plazo (14 años), que nos da otra justificación más para recomendar la lactancia materna.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existe.
Llerena Santa Cruz E, Pérez Gaxiola G. La lactancia materna puede disminuir el riesgo de problemas de salud mental. Evid Pediatr. 2010;6:39.
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