Septiembre 2011. Volumen 7. Número 3

Los niños que duermen poco pueden tener mayor riesgo de sobrepeso

Valoración: 0 (0 Votos)

Revisores: Juanes de Toledo B, Ruiz-Canela Cáceres J.

SuscriptionSuscripción gratuita al boletín de novedades

Reciba periódicamente por correo electrónico los últimos artículos publicados

Suscribirse
Imprimir Añadir a biblioteca Comentar este artículo Enviar

|

Autores:


Correspondencia:

Resumen Estructurado

Objetivo: determinar si la duración del sueño (DS) se asocia a diferencias en el índice de masa corporal (IMC) y a riesgo de sobrepeso en la infancia (RSI).

Diseño: estudio de cohortes.

Emplazamiento: hospitalario. Hospital universitario en Dunedin (Nueva Zelanda).

Población de estudio: niños que iban a cumplir tres años, procedentes de una cohorte de recién nacidos de la única maternidad de Dunedin, nacidos entre el 19 de julio de 2001 y el 19 de enero de 2002 y que viviesen en la ciudad. Se excluyeron los prematuros (< 37 semanas), partos múltiples, malformaciones congénitas mayores, enfermedad materna postnatal grave o que no fuesen a vivir en la localidad en los dos años siguientes. De los 413 sujetos elegibles, participaron 244 (44% niñas).

Evaluación del factor de riesgo: se midió la actividad física (AF) y la duración del sueño (DS) a los cuatro, a los cinco y a los seis años con un acelerómetro sujeto a la cintura durante cinco días consecutivos (incluido el fin de semana), junto con el registro realizado por los padres del tiempo que permanecía acostado, dormido y levantado.

Medición del resultado: se midieron anualmente las variables antropométricas y la composición corporal. Para las variables antropométricas se utilizó la doble medición de peso, talla y cálculo del IMC, calculando el score con los datos de referencia de Estados Unidos. Se consideró sobrepeso un IMC > percentil 85. La composición corporal se midió mediante bioimpedancia a los tres, a los cuatro y a los cinco años, añadiendo la densitometría radiológica dual entre los cinco y los siete años. Con los resultados obtenidos se calcularon el cociente de masa grasa (MG) y el cociente de masa magra (MM). Se registró la ingesta de alimentos (IA) (frutas, vegetales y alimentos no básicos), el tiempo de ver la televisión y los factores familiares (IMC parental, educación materna, peso al nacimiento y tabaquismo durante el embarazo) mediante cuestionarios específicos.

La asociación entre IMC y DS a los tres, a los cuatro y a los cinco años (IMC 3-5 y DS 2-5) se midió con un modelo mixto de efectos aleatorios (análisis transversal). La relación existente a los siete años entre el IMC, la MG y la MM, y el promedio de las mediciones de sueño a los tres y a los cinco años se midió mediante regresión múltiple (análisis longitudinal).

Resultados principales: a la edad de siete años continuaron en el estudio 202 niños (83%). No hubo diferencias en el IMC entre los que permanecieron en el mismo y los que lo abandonaron. El sobrepeso entre los tres y los siete años disminuyó del 40 al 28% en niñas y del 42 al 22% en niños. La DS 3-5 media fue de 11 horas/día en las tres edades.

El IMC a los 3-5 años, descrito como diferencia en el IMC (dIMC), se asoció sobre todo con ser descendiente maorí (dIMC: 1,22; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 0,72 a 1,73) y con el tabaquismo materno durante el embarazo (dIMC: 0,89; IC 95%: 0,50 a 1,28). Cada hora adicional de sueño se asoció con una dIMC de 0,38 (IC 95%: 0,07 a 0,70). Sin embargo, al ajustar por AF e ingesta, la reduccion no fue significativa (dIMC: –0,25; IC 95%: –0,56 a 0,06).

A la edad de siete años, y tras ajustar por factores de confusión, cada hora adicional de DS 3-5 se asoció a una reducción del IMC de -0,48 (IC 95%: -0,96 a 0, 01). También se redujo el riesgo de tener sobrepeso en -0,39 (IC 95%: -0,72 a -0,06). Estas diferencias se deben a una reducción del índice de MG de -0,43 (IC 95%: -0,82 a -0,03) más que a la reducción de la MM de -0,21 (IC 95%: -0,41 a -0,00). La existencia o no de siesta adicional durante el día no influyó en los resultados. El ajuste por ingesta y antecedentes familiares debilitó la relación entre DS 3-5 e IMC 7.

Conclusión: los niños que no duermen suficiente tienen un mayor riesgo de sobrepeso, fundamentalmente a expensas de la acumulación de MG.

Conflicto de intereses: no existe.

Financiación: financiado por la Universidad de Otago, la Child Health Research Foundation, la New Zealand Heart Foundation y el Dean´s Bequest-AAW Jones Trust, que en ningún momento participaron en el estudio.

Comentario Crítico

Justificación: la reciente epidemia de obesidad se ha acompañado de un crecimiento paralelo de la privación crónica de sueño1. Los distintos estudios han propuesto como hipótesis que dormir poco puede aumentar el riesgo de sobrepeso por factores hormonales (disminución de la leptina y aumento de la grelina, que aumentan el apetito1, y disminución nocturna de la hormona de crecimiento, que aumenta la lipólisis2), patrones de conducta (snacking por mayor tiempo disponible, aumento de la fatiga y disminución de la AF) y disminución del gasto energético en la termorregulación1,2. Este estudio analiza la relación entre la DS 3-5 años y el IMC, tras ajustar por otros factores de confusión.

Validez o rigor científico: el estudio se realiza sobre una cohorte longitudinal a lo largo de un tiempo razonable de seguimiento (de los tres a los siete años de edad) y con unas pérdidas asumibles de un 17%. Utiliza medidas objetivas como los acelerómetros (validados para medir la AF en niños), evitando así los posibles sesgos de los informes parentales acerca de la DS, aunque su colocación en la cintura está más indicada para valorar la AF que la DS. En contrapartida, la muestra es pequeña, el análisis y los modelos estadísticos empleados no quedan claros y existe la posibilidad de la presencia de un posible sesgo de publicación debido a la forma de registrar los potenciales factores de confusión, que fueron recogidos únicamente en los cuestionarios parentales.

Importancia clínica: cada hora adicional de sueño entre los tres y los cinco años se asoció con una reducción del IMC a los siete años de -0,48 (IC 95%: -0,96 a 0,01). En un niño de talla media, esto se corresponde con una diferencia de 0,7 kg de peso. El riesgo de tener sobrepeso a los siete años se redujo -0,39 (IC 95%: -0,72 a -0,06). Lo que se puede interpretar como una reduccion del 61% del riesgo de tener sobrepeso. La magnitud del efecto parece discreta, y además el intervalo de confianza del primer resultado no es significativo.

Una RS2 describió que una DS insuficiente incrementa un 58% el riesgo de obesidad. Sin embargo, un estudio reciente de una cohorte amplia3 solo encontró significación en los niños de siete años y no en otras edades para DS de media hora inferior a la media. En otro estudio de casos-controles4, las intervenciones sobre hábitos de conducta y sueño durante el primer año de vida influyeron en el IMC.

Aplicabilidad en la práctica clínica: los cambios en los hábitos de vida (moderando la IA y fomentando la AF) constituyen el pilar del tratamiento y de la prevención de la obesidad. Conseguir hábitos apropiados de sueño en la edad infantil puede ser una medida de salud pública en la prevención de la obesidad y en el desarrollo de una vida más saludable. Las cuestiones que quedan sin responder son cuántas horas debe dormir un niño y si los cambios en los patrones de sueño, por sí solos, pueden llegar a modificar el peso corporal.

Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existe.

Cómo citar este artículo

Juanes de Toledo B, Ruiz-Canela Cáceres J. Los niños que duermen poco pueden tener mayor riesgo de sobrepeso. Evid Pediatr. 2011;7:71.

Bibliografía

  1. Patel SR, Hu FB. Short sleep duration and weight gain: a systematic review. Obesity (Silver Spring). 2008;16:643-53.
  2. Chen X, Beydoun MA, Wang Y. Is sleep duration associated with childhood obesity? A systematic review and meta-analysis. Obesity (Silver Spring). 2008;16:265-74.
  3. Hiscock H, Scalzo K, Canterford L, Wake M. Sleep duration and body mass index in 0-7 year old. Arch Dis Child. 2011;96:735-9.
  4. Paul IM, Savage JS, Anzman SL, Beiler JS, Marini ME, Stokes JL et al. Preventing obesity during infancy: a pilot study. Obesity (Silver Spring). 2011;19:353-61.