Revisores: Cuestas Montañés EJ, Rodríguez-Salinas Pérez E.
Reciba periódicamente por correo electrónico los últimos artículos publicados
SuscribirseCorrespondencia:
Objetivo: determinar si los adultos con muy bajo peso al nacimiento (MBPN) tienen peor función pulmonar que los nacidos con peso adecuado y si ese deterioro es mayor en el grupo que sufrió displasia broncopulmonar (DBP).
Diseño: longitudinal de cohortes.
Emplazamiento: hospital universitario en Christchurch, Nueva Zelanda.
Población de estudio: cohorte expuesta: 413 nacidos en 1986 con MBPN incluida en un seguimiento de retinopatía. De los 323 supervivientes, 228 participaron entre 2013 y 2016 en un estudio hospitalario que incluyó pruebas de función pulmonar, dividiendo en dos subgrupos según presentaran o no historia de DBP. Cohorte de control de 100 nacidos en 1986 sin patología perinatal, reclutados a la edad de 22 a 23 años.
Evaluación del factor de riesgo: se recogieron datos perinatales, que incluían corticoides prenatales, edad gestacional, días de ventilación mecánica y DBP. Se cumplimentó un cuestionario con datos de variables sociodemográficas, hábito tabáquico y se realizó somatometría básica.
Medición del resultado: a cada expuesto y cada control se le realizaron las mismas pruebas de función pulmonar en el laboratorio de fisiología respiratoria del hospital, con cegamiento de los observadores. Las pruebas, realizadas en el mismo día, incluyeron: espirometría, pletismografía, difusión de monóxido de carbono (DLCO) y test de lavado de nitrógeno (SBN2). Todas se realizaron según protocolos estandarizados de la American Thoracic Society y European Respiratory Society. Los valores espirométricos, volúmenes pulmonares y DLCO, se presentaron como puntuaciones estandarizadas y porcentajes respecto a los estándares de la Global Lung Function Initiative 2012 y otros1-3. Los valores del SBN2, como porcentaje de N2 espirado en la meseta de la fase 3. Se realizaron las comparaciones entre grupos mediante las diferencias de medias o porcentajes con las pruebas t de Student y χ2 para muestras independientes. Se ajustaron covariables con regresión lineal múltiple. Para la comparación entre los subgrupos de MBPN con y sin DBP se realizó la corrección de Bonferroni.
Resultados principales: se obtuvieron datos válidos de las pruebas funcionales en 226 de 228 MBPN y en los 100 controles. El resto de la cohorte de 323 supervivientes con MBPN, no difería significativamente en variables sociodemográficas y perinatales respecto a los estudiados, salvo por un peso medio al nacer mayor que estos. El grupo de MBPN refería haber fumado alguna vez con mayor frecuencia que los controles (46 frente a 33%; p = 0,034) pero no había diferencias estadísticamente significativas en cuanto al hábito actual (31 frente a 21%; p = 0,054). Las diferencias de medias (puntuaciones z respecto a los estándares)1-3 entre los grupos MBPN y control, ajustadas por sexo y relación con tabaco, de algunos de los principales parámetros de función pulmonar estudiados fueron: volumen espiratorio forzado en 1 segundo/capacidad vital forzada: -0,54 (intervalo de confianza del 95% [IC 95]: -0,80 a -0,27); capacidad pulmonar total (CPT): 0,03 (IC 95: -0,37 a 0,14); volumen residual/CPT: 0,45 (IC 95: 0,22 a 0,67); DLCO: -0,53 (IC 95: -0,75 a -0,31). En cuanto al SBN2, como indicador del grado de uniformidad de la distribución gaseosa en los pulmones, la diferencia de medias ajustada fue: 0,21% N2/l (IC 95: 0,07 a 0,34), lo que indica una menor homogeneidad en el grupo MBPN.
Todo esto se puede traducir como mayor riesgo de desarrollo de patrones obstructivos en el grupo de estudio respecto al de control: un 35 respecto a un 14%, en su mayoría de carácter leve (riesgo relativo: 2,49 [IC 95: 1,48 a 4,18]; odds ratio: 3,30 [IC 95: 1,48 a 4,18])*. También presentan mayor frecuencia de alteración de la difusión y distribución de gases. El subgrupo de DBP presentó mayor riesgo de alteraciones en estos parámetros que los que no la presentaron, de modo significativo tras la corrección de Bonferroni.
Conclusión: los nacidos con muy bajo peso tienen mayor riesgo de presentar en la edad adulta obstrucción al flujo aéreo, atrapamiento y peor intercambio gaseoso, así como un patrón ventilatorio no homogéneo. Todo ello de modo más acentuado en los que presentaron displasia broncopulmonar.
Conflicto de intereses: no existe.
Fuente de financiación: ayudas institucionales a la investigación.
Justificación: la función pulmonar alcanzada en la edad adulta es uno de los predictores más importantes de enfermedad obstructiva de las vías aéreas en la edad adulta. Aunque existe evidencia de una asociación entre el nacimiento prematuro con muy bajo peso y obstrucción de la vía aérea en estudios transversales realizados en sobrevivientes adultos, hay pocos estudios de cohorte longitudinales que prueben esta asociación4.
Validez o rigor científico: se trata de un estudio bien diseñado, con un tamaño muestral suficiente y adecuado, aunque al haber incluido recién nacidos pequeños para la edad gestacional en vez de prematuros extremos, ya que el criterio de elegibilidad fue basado en el peso y no en la edad gestacional, puede verse afectada su validez externa. El tiempo de seguimiento es suficiente y el porcentaje de pérdidas de la cohorte es aceptable, 228/323 (70,58%). Las variables en estudio fueron correctamente definidas y valoradas. Los resultados incluyeron informes novedosos como el incremento de la inhomogeneidad ventilatoria.
Importancia clínica: el resultado clínicamente más relevante es la diferencia de riesgo de presentar alteración de la función pulmonar con patrón obstructivo en la edad adulta, 35% en los nacidos con bajo peso frente a 14% en los controles, implicando una diferencia de riesgo (DR)* de 21,0% (IC 95: 12,0 a 30,5)*, con una fracción etiológica en expuestos (FEE) de 63,0% (IC 95: 56,9 a 69,3) y un número de impacto en expuestos (NIE) de 5 (IC 95: 4 a 9)*, indicando que el nacimiento con muy bajo peso representaría casi dos tercios del riego total de presentar obstrucción bronquial en la edad adulta, afectando a uno de cada 5, aunque en el momento del estudio no tenía una expresión clínica significativa. Debe tenerse en cuenta que los miembros de la cohorte no recibieron surfactante al nacer en 1986 y este hecho podría exagerar el riesgo resultante2. Los resultados han confirmado que la displasia broncopulmonar y el hábito de fumar más frecuente entre los nacidos de muy bajo peso, ensombrecen el pronóstico. Los resultados del estudio valorado aquí son coherentes en todo con los estudios previos de cohortes de nacidos con muy bajo peso en la edad adulta, tanto en lo que respecta a la mayor prevalencia de enfermedad pulmonar obstructiva como en la presencia de factores agravantes, especialmente la displasia broncopulmonar4-6.
Aplicabilidad en la práctica clínica: aunque el riesgo de los nacidos con bajo peso actualmente en nuestro medio puede ser cuantitativamente diferente del de los neozelandeses de 1986, los resultados de este estudio muestran que es de vital importancia realizar pruebas de función pulmonar en adultos nacidos con muy bajo peso y desalentar enfáticamente el hábito de fumar cigarrillos a edades tempranas.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existen.
Cuestas Montañés E, Rodríguez-Salinas Pérez E. Los nacidos con muy bajo peso tienen una peor función pulmonar en la edad adulta. Evid Pediatr. 2020;16:35.
Envío de comentarios a los autores