Revisores: Olivares Grohnert M, Buñuel Álvarez JC.
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Objetivo: determinar la presencia o no de asociación entre la presencia de episodios de embriaguez (EE) durante la adolescencia y el estatus socioeconómico familiar (ESF), medido mediante el trabajo de los padres (TP) y el nivel de ingresos familiar (NIF).
Diseño: estudio descriptivo transversal mediante encuesta (Health Behaviour in School Children [HBSC]).
Emplazamiento: comunitario. Encuesta realizada en el ámbito escolar a adolescentes de 11, 13 y 15 años de 35 países de Europa y Norteamérica.
Población de estudio: 69 249 varones y 73 619 mujeres de 28 países. Se excluyeron los sujetos de siete países debido a un porcentaje de pérdidas en la variable ESF superior al 15%.
Medición del resultado:
La puntuación total se obtuvo de la suma de las puntuaciones de cada ítem (entre 0 y 9 puntos). El análisis estadístico se realizó mediante regresión logística tomando como categorías de referencia las que representaban mayor estatus laboral y nivel de ingresos. Los resultados se ofrecieron para cada país mediante el cálculo de la odds ratio (OR) y su intervalo de confianza del 95% (IC 95%).
Resultados principales: se constató asociación significativa entre NIF y EE repetidos en nueve países (tabla 1). La OR combinada para los 28 países objeto de estudio, en adolescentes varones, fue de 0,82 (0,77 - 0,86) para NIF medio (comparado con NIF alto) y de 0,80 (0,76 - 0,85) para NIF bajo (comparado con NIF alto). En mujeres no se constató asociación significativa. Existió asociación significativa entre TP y EE repetidos en trece países, siendo variable la dirección de la asociación (tabla 2). La OR combinada para los 28 países objeto de estudio, en adolescentes varones, fue de 1,08 (1,02 - 1,14) para estatus laboral medio (comparado con alto) y de 1,15 (1,09 – 1,21) para estatus laboral bajo (comparado con alto). En mujeres no se constató asociación significativa.
Tabla 1. Asociación significativa entre episodios repetidos de embriaguez y nivel de ingresos familiar Mostrar/ocultar
Tabla 2. Asociación significativa entre episodios repetidos de embriaguez y trabajo de los padres Mostrar/ocultar
Conclusión: el ESF parece ser un factor de importancia limitada para el desarrollo de EE durante la adolescencia. La magnitud de la asociación en cada país, cuando existe, es más importante en varones y para el TP.
Conflicto de intereses: no existe.
Fuente de financiación: becas procedentes de organismos oficiales de países participantes en el estudio. Estas instituciones no participaron en el diseño, recolección de datos, análisis e interpretación de los resultados.
Justificación: el consumo excesivo de alcohol es un hábito de vida con implicaciones negativas para la salud. La adolescencia es uno de los períodos de la vida más vulnerable para el desarrollo de estilos de vida no saludables, entre los que se cuenta el consumo de alcohol, siendo por ello importante conocer los factores determinantes y protectores del mismo. En Estados Unidos más del 50% de los escolares consume alcohol una vez al mes1. En los países bálticos existe un creciente consumo de alcohol: un 25% de los escolares masculinos y 12,5% de los femeninos lo consumen semanalmente2. En adultos existe una asociación inversa entre estatus socioeconómico y consumo excesivo de alcohol. Por el contrario, existe escasa y contradictoria información respecto a la influencia de ESF sobre la frecuencia de EE en adolescentes. En España, son muchos los jóvenes y adolescentes que beben. El inicio del consumo se produce en torno a los 13,7 años. Uno de cada tres adolescentes se ha emborrachado en el último mes. El 70% de los jóvenes de 16 años consume alcohol en el fin de semana. Entre los menores de edad, se ha extendido la costumbre de beber en “atracón”3.
Validez o rigor científico: existen algunas limitaciones, algunas ya referidas por los propios autores, que deben considerarse al interpretar los resultados. Cabe preguntarse respecto a la validez y confiabilidad de la información de los cuestionarios autocumplimentados respecto a ESF y EE, sobre todo considerando que hasta un 15% de los encuestados en algunos países no proporcionó información sobre TP: existe la posibilidad de que esta falta de información pudiera ser fuente de sesgo. Llama la atención que la variable de respuesta respecto a EE no considere la opción “no haberse emborrachado nunca”. Este hecho no permite determinar la magnitud de la asociación entre las variables objeto de estudio y el “consumo cero de alcohol” en adolescentes. Se hace mucho énfasis en los resultados desglosados por países individuales, cuando no se puede pasar por alto la magnitud del efecto global, resultante de combinar los resultados de todos los países participantes, efecto “protector” para NIF y “de riesgo” para TP (a menor cualificación, mayor riesgo de EE). En cualquier caso, estos resultados deberían ser confirmados por estudios de cohortes. Los autores infieren causalidad de un estudio transversal mediante encuesta. Este tipo de diseño sólo puede sugerir hipótesis de causalidad que, en todo caso, tendrán que comprobarse mediante otros tipos de diseño (estudios de cohortes de base poblacional).
Interés o pertinencia clínica: el tema estudiado es altamente relevante. En un estudio multicéntrico realizado en 34 países, el análisis mediante regresión logística demostró que los niños de 11 y 13 años de países con una elevada desigualdad en el nivel de ingresos tenían un mayor consumo de alcohol y en el caso de los niños de 11 años también mayor incidencia de EE4. La relación entre una menor cualificación del TP y un mayor consumo de alcohol es respaldada por otro estudio de cohortes5.
Aplicabilidad en la práctica clínica: la reducción de los EE en adolescentes debe ser una meta importante de salud pública. Uno de los componentes de la prevención es la identificación de los grupos vulnerables. El ESF no parece ser un buen indicador para este propósito ya que, aunque en varones parece existir una asociación débil entre ESF y EE en algunos de los países analizados, sin embargo es aventurado extrapolar los resultados y generalizarlos a todos los estados que participaron en el estudio debido a diferencias en el ingreso per cápita y en la “cultura alcohólica”. Los resultados del presente estudio inducen a pensar que los factores de riesgo considerados, ESF y TP, pueden influir de forma diferente en cada país e incluso no influir en la incidencia de EE. Por ello se hacen necesarios más estudios de tipo prospectivo, particularizados para cada país, cuyo objetivo sea determinar con mayor precisión qué factores de riesgo se asocian con una mayor incidencia de EE y promover, ante todo, el desarrollo de programas de prevención primaria del consumo de alcohol, algunos de los cuales, basados en una intervención familiar, muestran resultados prometedores6.
Olivares Grohnert M, Buñuel Álvarez JC. El trabajo paterno y el nivel de ingresos familiares no parecen ser buenos predictores del consumo de alcohol durante la adolescencia. Evid Pediatr. 2007;3:13.
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