Revisores: Gimeno Díaz de Atauri Á, García Vera C.
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Objetivo: explorar la capacidad diagnóstica del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS) de un algoritmo basado en los datos de pulsioximetría obtenidos y transmitidos mediante un smartphone en niños roncadores habituales.
Diseño: estudio de evaluación de pruebas diagnósticas.
Emplazamiento: consultas de patología del sueño del Hospital de Niños de Beijing (China).
Población de estudio: 435 niños de 2 a 15 años con síntomas de ronquido nocturno habitual que acudieron a las consultas por sospecha de SAHS. Quedaron excluidos los niños con cardiopatía congénita, hipertensión pulmonar o sistémica, diabetes mellitus, dislipemia, anomalías craneofaciales, enfermedad neuromuscular o determinados síndromes genéticos; también aquellos que ya habían recibido tratamiento previo para el SAHS; también aquellos con registros de duración menor a 3 horas. Completaron el estudio 432 pacientes.
Prueba diagnóstica: el registro continuo de oximetría mediante dispositivo conectado al teléfono inteligente se transfirió a un servidor de internet en el que las señales de la pulsioximetria fueron automáticamente procesadas mediante un algoritmo previamente desarrollado y validado. Se comparó con la polisomnografía convencional (PSG) durante un registro de más de 7 horas y media.
Medición del resultado: se valoró el índice de apneas-hipopneas (IAH) por hora, considerando como SAHS cuando hubo una o más de una por hora (leve: entre 1 y menos de 5 por hora; moderado: entre 5 y 9 y grave si el IAH era de 10 o más por hora). Se obtuvieron y compararon los IAH obtenidos mediante PSG (IAHpsg) y mediante el sistema de oximetría (IAHoxi). Se valoró el rendimiento diagnóstico para tres puntos de corte (IAH = 1, 5 y 10 eventos/h) mediante el cálculo de la sensibilidad (S), especificidad (E), cocientes de probabilidad positivo (CP+) y negativo (CP-) y el área bajo la curva (AUC).
Resultados principales: para un punto de corte del IAH de 1/h el CP+ de la prueba para diagnosticar SAHS fue 1,18 (intervalo de confianza del 95% [IC 95]: 1,07 a 1,32) y 0,25 (IC 95: 0,11 a 0,38) el CP-, mientras que el valor del AUC fue 0,781; para un punto de corte de 5/h, CP+: 3,99 (IC 95: 3,07 a 5,16), CP-: 0,27 (IC 95: 0,21 a 0,37) y AUC: 0,867; para un punto de corte de 10/h, CP+: 10,07 (IC 95: 6,76 a 15,12), CP-: 0,29 (IC 95: 0,21 a 0,40) y AUC: 0,900.
Conclusión: este procedimiento basado en la extracción de datos oximétricos puede diagnosticar de manera adecuada el SAHS en niños con sintomatología que sugiera la enfermedad. Proporciona además una gradación diagnóstica, y podría reducir notablemente los costes del diagnóstico de la enfermedad.
Conflicto de intereses: uno de los autores ha sido científico consultor de la empresa que provee los dispositivos para la medición y transmisión de la oximetría. Dicha empresa ha facilitado de forma gratuita los dispositivos, aunque aclaran que no intervino ni en el diseño del estudio ni en la recogida y análisis de datos.
Fuente de financiación: varias becas de diversas entidades públicas y la empresa que aporta los dispositivos de registro oximétrico.
Justificación: el SAHS es un problema prevalente en la infancia (2-5%) que, sin tratamiento, puede tener consecuencias sobre el desarrollo y la salud de los niños. El patrón oro para el diagnóstico es la PSG, una prueba compleja, cara y no siempre disponible1. Son necesarios métodos diagnósticos más sencillos y accesibles para facilitar el diagnóstico precoz y la intervención temprana en estos pacientes.
Validez o rigor científico: se describe adecuadamente la prueba diagnóstica y la población diana. Se incluyen solo pacientes de una unidad especializada de sueño y se excluyen niños con patologías frecuentemente asociadas a SAHS (patología neuromuscular, malformaciones craneofaciales, etc.), lo que limita la validez externa en colectivos más amplios de pacientes. La hipertensión arterial fue también criterio de exclusión y se ha visto relación entre esta y el SAHS, especialmente en los casos más graves, lo que podría haber generado un sesgo de selección. La pulsioximetría (PO) y la PSG se realizaron simultáneamente, lo que reduce el riesgo de diferencias de la sintomatología entre unas noches y otras. El análisis de la PO se realizó por un algoritmo matemático, por lo que se puede asumir que estuvo enmascarado para los resultados de la PSG, aunque no queda especificado en el artículo. No se expone la fuente de la prevalencia (probabilidad preprueba) de SAHS para cada punto de corte con la que los autores calculan los CP.
Importancia clínica: en un estudio previo multicéntrico internacional, similar a este, con casi 4200 pacientes, las prevalencias para IAH de 1, 5 y 10 fueron de 72,9, 29,6 y 16,8% respectivamente2. Tomando estos datos como referencia, las probabilidades de tener realmente un SAHS con una PO positiva serían del 76% (IC 95: 74 a 78), el 63% (IC 95: 57 a 68) y el 67% (IC 95: 58 a 75) respectivamente, para los puntos de corte de IAH de 1,5 y 10. Con una PO negativa, la probabilidad de descartar un SAHS sería del 60% (IC 95: 45 a 74), el 89% (IC 95: 86 a 92) y el 94% (IC 95: 92 a 96) respectivamente para los mismos tres puntos de corte*. Aunque no se especifican los costes por prueba, es probable que sea considerablemente más barato que realizar una PSG. Esto se vería acentuado si en futuros estudios se valida esta técnica, pero realizada en domicilio.
Aplicabilidad en la práctica clínica: los resultados de este estudio implican utilidad de la prueba para confirmar el diagnóstico de SAHS moderado (IAH ≥5) o grave (IAH ≥10), que según las últimas guías son los que más se beneficiarían de tratamiento1,3. Los valores negativos no excluirían el diagnóstico en todo caso y requerirían una prueba más sensible. Serían útiles en el futuro estudios que validen está técnica realizada en el domicilio del paciente.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existe
Gimeno Díaz de Atauri A, García Vera C. Síndrome de apneas-hipopneas del sueño en niños, ¿podría diagnosticarse con un smartphone? Evid Pediatr. 2019;15:20.
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