Revisores: Aparicio Rodrigo M, Cuestas Montañés EJ.
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Objetivo: comparar la incidencia de intubación tras las primeras 72 horas de tratamiento con presión positiva continua nasal de la vía aérea (continuous positive airway pressure nasal [CPAP]) entre prematuros a los que se les administró mediante máscara nasal (MN) y los que se les administró mediante cánulas binasales (GN).
Diseño: revisión sistemática con metanálisis.
Fuente de datos: la búsqueda se realizó en Medline, PubMed y Web of Science hasta el 4 de diciembre de 2019.
Selección de estudios: se seleccionaron estudios clínicos aleatorizados o cuasi aleatorizados. No hubo restricción por idioma. La búsqueda se amplió con las referencias de los artículos seleccionados. Los criterios de inclusión fueron: niños pretérmino <37 semanas de gestación, uso de CPAP como tratamiento principal para el distrés respiratorio al nacer o como soporte tras extubación. Se incluyeron 10 estudios y se rechazaron 218. La calidad de la evidencia se valoró mediante el método GRADE.
Extracción de datos: la selección de artículos y la extracción de datos se realizó por dos autores independientes, comparándose los resultados y resolviendo las discrepancias por consenso. Se valoró el riesgo se sesgos según la metodología Cochrane. El metanálisis se realizó con el modelo de efectos fijos. Para las variables dicotómicas se calculó el riesgo relativo (RR) y para las continuas la diferencia de medias (DM). Para ambas se calculó el intervalo de confianza del 95% (IC 95). Se analizó el sesgo de publicación mediante gráfico de embudo y regresión de Egger, cuando se incluyeron más de 10 estudios. Se analizó la heterogeneidad mediante I2 y p para χ2. Se realizó un análisis de sensibilidad cuando hubo datos disponibles.
Resultados principales: los prematuros que recibieron CPAP a través de MN precisaron ser intubados menos veces a las 72 horas del inicio de esta que los que la recibieron a través de GN (RR: 0,72; IC 95: 0,58 a 0,90; 9 estudios; I2 = 15%). Además, la MN redujo el trauma nasal (RR: 0,64; IC 95: 0,55 a 0,74; 10 estudios; I2 = 77%) y el tratamiento con surfactante (RR: 0,85; IC 95: 0,74 a 0,97; 7 estudios; I2 = 59%). La MN aumentó la duración de la CPAP (diferencia media 1,78 días; IC 95: 1,67 a 1,89; 10 estudios; I2 = 99%). Sin embargo, no se encontraron diferencias en el resto de las variables secundarias (incidencias de displasia broncopulmonar, neumotórax, mortalidad, hemorragia intraventricular III o IV o retinopatía de la prematuridad, todas antes del alta).
Conclusión: en niños prematuros, el uso CPAP administrada con MN se asoció con una menor incidencia de intubación en las primeras 72 horas que cuando se administró con GN.
Conflicto de intereses: los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Fuente de financiación: los autores no hacen referencia a ninguna fuente de financiación.
Justificación: la CPAP administrada a través de GN ha sido la piedra angular del manejo respiratorio en los recién nacidos prematuros. Aunque es eficaz, el uso de GN se asocia con traumatismo nasal y requieren intubación con mayor frecuencia. Para superar estos problemas, las MN se usan cada vez más para administrar CPAP en recién nacidos prematuros. Es necesaria una revisión sistemática actualizada de los estudios clínicos que compararen MN versus GN para administrar CPAP en recién nacidos prematuros1,2.
Validez o rigor científico: se trata de una revisión sistemática con metanálisis, actualizada, rigurosa y bien diseñada. Los objetivos fueron bien definidos respecto a la población, intervención y resultados. La estrategia de búsqueda bibliográfica fue adecuada. Se incluyeron ensayos clínicos de calidad aceptable calificados mediante la herramienta Cochrane. La validez de los datos se sostuvo en un buen análisis de los sesgos potenciales. La heterogeneidad para el resultado principal fue aceptable (15%), pero excesiva para otras variables del metanálisis, como el trauma nasal o necesidad de surfactante, para los que fue del 77 y 99% respectivamente, lo que cuestiona la idoneidad de haberlos realizado.
Los datos se combinaron adecuadamente utilizando los procedimientos indicados.
Los resultados provienen en su mayoría de estudios realizados en La India (7/10) y Malasia (1/10). Este hecho debe tenerse en cuenta a la hora de aplicar los resultados, pues los recursos médicos y sanitarios pueden ser diferentes.
Importancia clínica: la revisión sistemática demostró que la CPAP proporcionada a través de MN reduce significativamente la necesidad de intubación (número necesario a tratar [NNT]: 13; IC 95: 8 a 41)* con evidencia GRADE moderada, es decir que habría que tratar a 13 niños con MN en lugar de GN para reducir en uno la necesidad de intubación a las 72 horas. También demuestra que reduce el traumatismo nasal (NNT: 7; IC 95: 5 a 9)*, con evidencia GRADE baja, y el tratamiento con surfactante (NNT: 12; IC 95: 7 a 60)*, con evidencia GRADE muy baja, en comparación con el uso de GN. Sin embargo, se observó un aumento en la duración de CPAP de 1,78 días cuando fue administrada con MN en comparación con GN. Estos resultados (que parecen proporcionar unos resultados en salud importantes con un coste económico y operativo bajo) proporcionan una evidencia suficiente para recomendar la administración de CPAP mediante MN sobre GN. Los resultados concuerdan con las revisiones sistemáticas previas1,2.
Aplicabilidad en la práctica clínica: la CPAP administrada a través de MN en recién nacidos prematuros, reduce significativamente la incidencia de fallo respiratorio con necesidad de intubación dentro de las primeras 72 horas, y la ocurrencia de traumatismo nasal, en comparación con la administración a través de GN.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existen.
Aparicio Rodrigo M, Cuestas Montañés E. Las máscaras nasales son la interfaz más adecuada para administrar presión positiva continua a prematuros. Evid Pediatr. 2021;17:21.
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